Diez habilidades humanas para el futuro del trabajo

Por: Shana Dressler

Estas fortalezas centrales son clave no sólo para construir y liderar equipos efectivos, sino para prosperar en el lugar de trabajo en constante evolución.

Ilustración de Irena Gajic 

Todos hemos escuchado cómo debemos practicar ser más humanos para evitar convertirnos en robots. ¿Pero qué hay de practicar la humanidad para asegurarnos de que no nos convertimos en monstruos?

Ya se trate de las señales emocionales que surgen en una reunión dirigida al desorden, la curiosidad que podría convertir un día normal en una chispa interna que le recuerda por qué se metió en este maldito trabajo en primer lugar, o el arte de hacer espacio para resolución de conflictos que nos va a salvar a todos, aquí hay diez maneras de salvarnos mejor y evitar que mutemos en monstruos en el lugar de trabajo.

1. Mentalidad de empatía

La empatía nos da la capacidad de ponernos en los zapatos de otras personas para que podamos ver y sentir desde su perspectiva. Es una mentalidad y un enfoque integral del ser, en el lugar de trabajo y en la vida.

  • Escuchar: el primer paso para comprender es hacer preguntas. Luego haga una pausa para escuchar cómo su colega le explica lo que piensa y siente. Al escuchar, obtendrás un contexto valioso de dónde vienen.
  • Apreciación : Mostrar una sincera apreciación y celebración de las contribuciones de los demás le permite demostrar que las valora.
  • Autoconciencia: Parte de sentir lo que sienten los demás también se trata de comprender sus propios prejuicios y limitar las creencias.
  • Juicio : cuando las personas buscan consejo o comparten un problema, no buscan sus críticas. Tenga en cuenta que es posible que ya tengan la respuesta, que puede ayudar a descifrar. A veces, solo reconocer lo que han dicho es el mejor primer paso. 
  • Presencia : Antes de las reuniones, tómese un momento para pensar con quién estará y con qué están lidiando en el trabajo y en la vida. El tiempo es uno de nuestros activos más valiosos, así que esté allí por completo.

2. Inteligencia emocional

Esto se trata principalmente de uno mismo: crear conciencia de sí mismo, autogestión, conciencia social y gestión de relaciones. Conocer cómo su comportamiento afecta a los demás está en el corazón de la inteligencia emocional.

Piensa en estas preguntas: ¿Qué tipos de comportamientos te vuelven loco? ¿Dónde aparece tu ansiedad? ¿Qué haces cuando no te sientes escuchado? ¿Cómo se muestran tus resentimientos en las interacciones con los demás?

3. Comunicación efectiva

¿Qué se interpone en el camino de la buena comunicación? La frustración, la falta de confianza, el estrés y la evitación de problemas, que se suman a las interminables horas desperdiciadas. Es importante comenzar desde un lugar de escucha activa y considerar los siguientes principios.

  • Intención: Sepa lo que quiere decir y sea claro acerca de su objetivo. Ninguno de nosotros somos lectores de la mente. El 90% de la comunicación no es verbal, así que asegúrate de que las palabras que estás utilizando transmitan con precisión el punto que quieres expresar y de haber tratado tus sentimientos antes de hablar.
  • Organización : Tómese el tiempo para organizar sus pensamientos y transmitirlos de una manera directa.
  • Enmarcado: El coraje para decir lo que realmente está pensando es importante, pero recuerde que “Creo, siento” es mucho más efectivo que comenzar con “usted”, lo que pone a la gente a la defensiva.
  • Afirmación : ¿La gente entiende lo que estás diciendo? Preguntar si la información tiene sentido puede revelar un problema potencial. 

4. Una mentalidad de crecimiento

“Convertirse es mejor que ser”.
– Carol Dweck, Mindset: The New Psychology of Success

Gran parte de lo que hacemos es impulsado por el miedo, incluso en el lugar de trabajo. Esta mentalidad de miedo promueve una cultura de lucha contra el cambio, incluso en empresas “innovadoras”. Permitir asumir riesgos calculados es esencial para el desarrollo de nuevos productos y soluciones innovadoras. En lugar de estigmatizar el fracaso, una mentalidad de crecimiento lo acepta como una parte necesaria del progreso. Como señala la profesora de psicología de la Universidad de Stanford, Carol Dweck, encontrar proactivamente resultados positivos a pesar de los desafíos ayuda a desarrollar la resiliencia. 

5. Curiosidad + Instigación

La curiosidad es una parte natural de cualquier ciclo creativo. Allana el camino para el “pensamiento de posibilidad”, en lugar de los negocios como de costumbre. La instigación es una invitación a desafiar soluciones rápidas, soluciones mediocres y mediocridad. Comience por aceptar la incomodidad y lo desconocido, deje espacio para ideas disonantes, opiniones divergentes y resultados aparentemente improbables. Desafiando formas rígidas de pensar y trabajar permite que se formen nuevas ideas. Permítete experimentar momentos de asombro y asombro, y lleva esa práctica a tu trabajo. Las grandes ideas a menudo surgen cuando la mente está quieta y tranquila.

6. Análisis estratégico y pensamiento analítico.

Las personas a menudo saltan a la fase de ejecución justo después del descubrimiento. El paso que falta, el análisis estratégico, asegura que se hagan las preguntas correctas antes de que un equipo avance en la resolución de problemas. El análisis estratégico ayuda a identificar problemas complejos al proporcionar una vista de alto nivel en la red interconectada de lo que a menudo puede parecer problemas aislados. 

El pensamiento analítico permite a las personas suspender la toma de decisiones emocionales y, en cambio, mirar lógicamente las investigaciones y pruebas basadas en evidencia. Como parte del proceso analítico, uno analiza todo, desde la causa y el efecto hasta el análisis de beneficio pro versus contra y costo beneficio. Es un error en cualquier proceso de desarrollo de productos que el análisis estratégico y el pensamiento analítico descansen sobre una sola persona. El proyecto más exitoso requiere que las soluciones provengan de un equipo multidisciplinario. 

7. Solución de problemas complejos

La resolución de problemas complejos es más efectiva cuando los miembros de un equipo miran un resumen del proyecto con los ojos de un estratega. Mucho antes de que se ofrezcan soluciones y se gaste un tiempo considerable, asegúrese de identificar el problema real antes de saltar a las soluciones. Para entrar en el modo de resolución de problemas, debe comprender el verdadero problema en cuestión, identificar desafíos en el camino, resistir soluciones simples, identificar restricciones y caminos para la viabilidad y, sobre todo, asegurarse de estar abierto a la experimentación. . 

8. Resolución de conflictos

Es inevitable que surja un conflicto en un equipo en algún momento u otro. Se presenta con mayor frecuencia cuando los roles no están claramente definidos, ha habido una falla en la comunicación, cuando se hacen suposiciones y cuando los flujos de trabajo y los procesos están mal diseñados. La mayoría de nosotros tenemos poco o ningún entrenamiento para expresar emociones negativas: frustración, dolor, indignación. Nuestra reacción predeterminada es evitar la incomodidad, fingir que nada está mal o inconscientemente volvernos pasivos agresivos. Permitir que el conflicto se agrave puede ser muy perjudicial para la moral y la productividad. Entre las habilidades más efectivas para aprender a fin de resolver conflictos están el dominio de la escucha profunda, la mediación y la facilitación. Dar a las personas el beneficio de la duda y liderar con curiosidad también son herramientas poderosas. 

9. Negociación y persuasión.

Además de comprender la perspectiva de otro y ser resiliente, el trabajo exige que encontremos caminos para ser efectivos. Esto requiere negociación y persuasión. No es solo para el equipo de ventas. Debe tener claro lo que quiere y lo que está dispuesto a dejar para obtenerlo. 

Dado el futuro del trabajo y la creciente economía de los conciertos, cada vez más profesionales se verán obligados a ser más emprendedores. Parte de lo que hace que un emprendedor sea exitoso es la capacidad de lanzar y vender sus servicios, que es donde encajará la negociación y la persuasión, no solo para los trabajadores independientes, sino también para los empleados internos.

10. Liderazgo

Un gran líder reconoce que la confianza, la transparencia, la inclusión y el respeto son pilares esenciales sobre los que se construye una cultura empresarial vibrante. Entienden que no es suficiente construir cultura, sino que debe protegerse y mantenerse. Un gran líder también necesita tomar decisiones difíciles y responsabilizar a todos, incluidos ellos mismos. 

En última instancia, ser adaptable a los cambios que ocurren en el lugar de trabajo actual consiste en poner en práctica estas habilidades humanas tanto a nivel individual como organizacional. Si bien las habilidades y necesidades técnicas pueden cambiar, la única constante es comprender cómo interactuar y ser más humano en el lugar de trabajo. 

Esta pieza surgió de la clase magistral DLW presentada en la Conferencia Adobe 99U en 2019.